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Equinoccio. Revista de psicoterapia psicoanalítica, 3
(1), enero-mayo 2022, pp. 95-115.
ISSN: 2730-4833 (papel), 2730-4957 (en línea). DOI: doi.org/10.53693/ERPPA/e3.1.7
tiende a repetir una constelación originada en la infancia y que, a menos
que sea analizado, tenderá siempre a reproducirse en forma espontánea»
(p. 76).
El paciente no transfiere únicamente sobre el analista, sino sobre toda
la situación analítica. Y no transfiere únicamente sentimientos, sino todas
sus funciones psíquicas. El ser humano tiene una tendencia compulsiva
a repetir experiencias de su pasado infantil y el dispositivo analítico pro-
puesto busca acentuar esta repetición. Podemos pensar que se actualiza
lo que ha quedado registrado como satisfactorio, lo amoroso, pero tam-
bién es actualizado lo malo y displacentero, los dolores y desamores. La
transferencia negativa se impone tanto por la intensidad de los deseos
sexuales confrontados a la prohibición, como por la intensidad del des-
borde de lo negativo cuando resulta imposible elaborar psíquicamente.
Es un desafío para el analista, para el analista del analista, para el super-
visor, para el paciente, para el proceso…
¿A qué se le llama en la actualidad lo negativo?, ¿qué es lo negativo en
psicoanálisis?
Los autores posfreudianos aluden a lo negativo como un término que
refiere al vacío, a la falta primaria, a la nada, y así es traído con diversas
metáforas. Asimismo, lo vinculado a lo negativo parece asociarse a las
patologías narcisistas, que sobre una base depresiva presentan un dolor
inscripto más en el no poder ser —existir o no existir—.
Autores como Winnicott, Laplanche, Green, McDougall, Dejours,
Roussillon, Cabré y Lutemberg, entre otros, dan cuenta de pacientes que
actúan en el proceso analítico caminando en un pretil, en el borde y a pun-
to del desborde. La modalidad de funcionamiento es caracterizada como
caótica, estancada, repetitiva hasta la muerte. Es entonces a este grupo
de pacientes con características de acting out, que confrontan el setting y
la prosecución de la cura, con quienes se asocia la connotación de nega-
tivo. En el giro de 1920, Freud establece las bases para dar la posibilidad