55
Equinoccio. Revista de psicoterapia psicoanalítica, 3
(1), enero-mayo 2022, pp. 51-64.
ISSN: 2730-4833 (papel), 2730-4957 (en línea). DOI: doi.org/10.53693/ERPPA/e3.1.4
y los espacios de supervisión de forma más o menos armónica para ejer-
cer la función analítica y sobrevivir, al decir de Winnicott (1993). Se trata,
entre otras cuestiones, de ponerse en pausa a uno mismo para escuchar
lo disarmónico del otro; escuchar y pensar psicoanalíticamente, lo cual
implica introducirse en otro lenguaje, en otro registro. El estudio de los
acontecimientos psíquicos —trayendo la noción de acontecimiento de
Deleuze (1989) como eso que irrumpe— no es asequible fácilmente y,
para lograr trabajar en ellos, es necesaria una construcción clínica basada
en una ética de trabajo periódica y rigurosa que habilite su tratamiento.
Formarse en psicoanálisis es construir más allá de la opinión particular;
requiere una constante dialéctica entre lo aprendido y lo que falta, lo sen-
tido, lo entendido, lo presente y lo pasado. Por estas razones, no se basa
únicamente en una transmisión de una técnica a ser aplicada, sino en la
producción singular de una formación en colectivo.
Para describir nuestra formación valga una comparación con un fe-
nómeno biológico: el de la estereopsis, que «es el fenómeno dentro de la
percepción visual por el cual, a partir de dos imágenes ligeramente dife-
rentes del mundo físico proyectadas en la retina de cada ojo, el cerebro
es capaz de recomponer una tridimensional» (Tijuana Eye Center, 2021,
párr. 1). Una visión auténtica de relieve tridimensional es lograda gracias
al trabajo conjunto y no exactamente idéntico de ambos ojos. La forma-
ción en psicoanálisis no difiere demasiado de esto, dado que los aportes
teóricos, los tránsitos analíticos y la propia experiencia clínica —procesos
diferentes, pero complementarios entre sí— devienen en nuevas percep-
ciones de y con otros.
Si continuamos con el ejemplo, también vale preguntarnos: ¿dónde
se determina la veracidad de la percepción?, ¿en el ojo izquierdo, en el
derecho, en el cerebro o en el objeto? Lo mismo valdría para cuestio-
narnos acerca de cuándo comienza la formación en psicoterapia psi-
coanalítica: ¿como paciente, estudiante, supervisando o psicoterapeuta