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Equinoccio. Revista de psicoterapia psicoanalítica, 2
(2), julio-diciembre 2021, pp. xx-xx.
ISSN: 2730-4833 (papel), 2730-4957 (en línea). DOI: xxxxx.
LA PAREJA EN DISPUTA. EN TIEMPOS
DEL SEXO SIN EROTISMO. ¿POR QUÉ
NOS CUESTA TANTO ESTAR JUNTOS?
DE LUCIANO LUTEREAU
Sandra Borges Conde
Especialista en Psicoterapia Psicoanalítica del IUPA
Montevideo, Uruguay
Correo electrónico: sborges15@hotmail.com
ORCID: 0000-0002-5544-7470
Equinoccio. Revista de psicoterapia psicoanalítica, 2
(2), julio-diciembre 2021, pp. 207-212.
ISSN: 2730-4833 (papel), 2730-4957 (en línea). DOI: doi.org/10.53693/ERPPA/2.2.11.
Para citar este artículo / To reference this article / Para citar este artigo
BORGES, S. (2021). La pareja en disputa. En tiempos del sexo sin erotismo. ¿Por qué
nos cuesta tanto estar juntos?, de Luciano Lutereau.
Equinoccio. Revista de psicoterapia
psicoanalítica, 2
(2), 207-212. DOI: doi.org/10.53693/ERPPA/2.2.11.
Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional (CC BY 4.0)
Título: La pareja en disputa. En tiempos
del sexo sin erotismo. ¿Por qué nos
cuesta tanto estar juntos?
Autor: Luciano Lutereau
Año: 2020
Editorial: Letras del Sur
Ciudad: Buenos Aires
Páginas: 206
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Hace más de un año, nadie sabía lo que se avecinaba. La pandemia
que había comenzado en China se esparcía por Europa y, sin embargo,
persistía la esperanza de que no llegara a nuestras tierras. Luego sobre-
vino la cuarentena, el miedo, la incertidumbre, las vacunas, la virtualidad
y, con ello, la modificación de hábitos y rutinas. Se tejieron todo tipo de
proyecciones sobre las opciones que se abrían en el ámbito personal,
psicológico y hasta filosófico, como si este fenómeno que estamos transi-
tando fuera una oportunidad única para repensar nuestra manera de vivir
la vida.
Luciano Lutereau, psicoanalista, doctor en Filosofía y doctor en
Psicología de la Universidad de Buenos Aires (uba), es autor de varios li-
bros, donde analiza el impacto de los cambios sociales y culturales a nivel
personal y familiar. Entre estos se encuentran Por qué los hombres odian
a las mujeres (2017), Más crianza, menos terapia. Ser padres en el siglo xxi
(2018), Matar al macho. Varones deconstruidos, feministas y otras misoginias
(2019) y El fin de la masculinidad. Cómo amar en el siglo xxi (2020).
En La pareja en disputa. En tiempos del sexo sin erotismo. ¿Por qué nos
cuesta tanto estar juntos? (2020), Lutereau realiza un giro en su abordaje
teórico: ya no se centra en los hombres y en las mujeres de manera
separada, sino que pone en discusión la problemática de las dinámicas
vinculares dentro de la pareja en el marco de la hipermodernidad.
El autor plantea la hipótesis de que, desde hace años, se ha entrado
en una fase de disolución del erotismo como lazo entre las personas. La
pandemia parece haber puesto de manifiesto una realidad vincular; algu-
nos movimientos estaban en marcha desde antes y, con la pandemia, se
pueden visibilizar mejor.
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Tinder, Happn y otras redes sociales de citas llegaron al mundo para
instalarse y funcionan a modo de «delivery sexual amoroso». Las redes
sociales son hoy el artilugio detrás del cual nos escondemos para llevar a
cabo la conquista sin tener que exponernos, para poder luego pasar a otra
cosa rápidamente. Pareciera que hombres y mujeres no quieren saber de
nada con relaciones estables, ni de familia ni de algo que pueda parecerse
a un compromiso. Lutereau afirma que el 70 % de las parejas se separa
luego de su primer hijo.
Nos encontramos en un tiempo de sexo sin erotismo, dice el autor,
de encuentros exprés sin ternura. Las parejas se arman desde una misma
identidad, no desde la diferencia.
El amor romántico del siglo xviii y xix es historia. Las redes sociales
y las nuevas tecnologías modificaron las formas de comunicarse y… ¿de
amar? Las personas se conocen a través de una pantalla y establecen
vínculos desde allí: vínculos efímeros, líquidos, superfluos.
¿Son estos los nuevos vínculos que plantea la posmodernidad? El
amor a la carta es parte de una sociedad de consumo que todo lo quiere
ya. Todo está marcado por la satisfacción de necesidades instantáneas y
efímeras. Las relaciones comienzan y se evaporan en el mismo instante,
en lo que la apuesta no trasciende el presente y los vínculos no apuntan a
la perdurabilidad. ¿Estaremos destinándonos a encontrar a nuestras pare-
jas en un sistema operativo? El obsesivo intenta controlar la pasión, pero
sucumbe a la pasión del control. El histérico busca poner distancia.
En el siglo xxi, la pareja queda separada del amor, reducida a algo
que se tiene o no; tener pareja pareciera ser más importante que amar. El
temor a la soledad es lo que subyace a todo esto y es lo que se buscaría
contrarrestar al tener una pareja. A propósito, Knobel Freud se pregunta
en el prólogo: ¿no será que no sabemos estar juntos porque no hemos
aprendido a estar solos?
La pareja en disputa. En tiempos del sexo sin erotismo.
¿Por qué nos cuesta tanto estar juntos?,
de Luciano Lutereau - Sandra Borges Conde
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Equinoccio. Revista de psicoterapia psicoanalítica, 2
(2), julio-diciembre 2021, pp. 207-212.
ISSN: 2730-4833 (papel), 2730-4957 (en línea). DOI: doi.org/10.53693/ERPPA/2.2.11.
La nuestra es una época de exacerbación de la autosuficiencia y el
desarrollo personal como indicadores del éxito. Nos encontramos asis-
tiendo a un momento histórico caracterizado por un paso del tiempo ace-
lerado y avances tecnológicos vertiginosos que imponen cambios en las
subjetividades y en las relaciones intersubjetivas.
Es un tiempo caracterizado por la incompletud, la vulnerabilidad, la
falta de certezas y la inmediatez, en el que el cumplimiento de los deseos
alcanza, quizá, su mayor representación en los vínculos descartables.
Estos vínculos tienen un carácter temporal, se pueden romper en
cualquier momento y de manera unilateral. Esto va de la mano del com-
promiso: cuanto menor es, menos daño se puede generar. Los vínculos
son tratados de la misma manera que los objetos de consumo.
La ternura, afirma el autor, es algo que parece haberse desplazado
del vínculo de pareja a otros vínculos. Mantener relaciones sexuales tiene
más que ver con la performance que con el alcance erótico. Algo de la
función de cuidado y de intimidad que conlleva el erotismo no se juega en
el vínculo amoroso y está desplazado al grupo de pares. ¿Qué queda de
la relación de pareja cuando no se puede hacer del otro alguien con quien
vivir la dependencia del cuidado?. No poder jugar la dependencia con el
otro tiene como efecto un temor enorme a depender.
Asimismo, el acto sexual está sobrevalorado, se vuelve modelo del
encuentro con el otro a costa del erotismo. Lutereau ve en las aplicacio-
nes «del amor» dispositivos de seducción que no posibilitan el lazo, pues
muchas de las veces ni siquiera se concreta el encuentro. ¿Dónde queda
la mirada, el chiste, la conversación?
En este sentido, para entender esto último, podría ser útil revisitar el
concepto de intimidad, en el que Lutereau no profundiza demasiado. La
privacidad es con uno mismo, mientras que la intimidad no es posible sin
otros. La intimidad supone un compartir con, así como el plural nosotros.
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El encuentro es con otro, con quien se comparten vivencias, donde dos
sujetos se conectan y comparten estados subjetivos sin perder la vivencia
de ser sujetos separados y, a la vez, estar en un espacio de comunión. De
esta manera, se entiende la intimidad como una experiencia vincular en
la que lo compartido crea un espacio común que puede estrecharse tanto
como expandirse en virtud de sus intercambios. Así, la intimidad se expe-
rimentaría como una expansión del yo hacia el nosotros.
En el mundo que hoy habitamos, las categorías para entender las re-
laciones afectivas se revisan constantemente y nos plantean el desafío de
elegir un proyecto que no excluya la libertad y la realización personal, de
vincularnos más allá de las formas rígidas de otro tiempo y de repensar
conceptos como soltería, fidelidad, compromiso y erotismo.
Escribir mientras un proceso histórico sucede no es sencillo y
se convierte en un desafío. El planteo realizado por Lutereau es no-
vedoso, pertinente y va en consonancia con lo que pensadores como
Bauman, Lipovetsky y Badiou han planteado en relación al tema de la
hipermodernidad.
Igualmente, en algunos pasajes del libro, se cae en afirmaciones y ge-
neralizaciones un tanto lineales, que pueden llevar a cierto reduccionis-
mo en la manera de concebir determinados funcionamientos psíquicos.
Seguir pensando en la noción unidimensional del individuo como sujeto
del inconciente, cerrado y determinado a partir del tránsito por lo edípi-
co, desconoce el peso instituyente que tiene la vincularidad presente en
el devenir del sujeto.
De todas formas, lo planteado en La pareja en disputa…, publicado
por Letras del Sur, ayuda a seguir pensando y arriesgando hipótesis sobre
los desencuentros entre hombres y mujeres, tan comunes en el mundo
contemporáneo.
La pareja en disputa. En tiempos del sexo sin erotismo.
¿Por qué nos cuesta tanto estar juntos?,
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