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NOTA EDITORIAL
A noventa años de la publicación de El malestar en la cultura, a modo
de celebración, audepp enmarca la actividad científica del año en torno a
la temática allí abordada.
Si bien Freud nos advierte que el destino puede mostrarse adverso,
que «la vida, como nos es impuesta, resulta gravosa», lejos estábamos
de experimentar de manera tan directa que el mundo exterior pudiera
«abatir sus furias sobre nosotros con fuerzas hiperpotentes, despiadadas,
destructoras…».
La irrupción de la pandemia por covid-19 nos conmovió y desafió
con un malestar inédito, y vino a instalar una suerte de incertidumbre
inquietante y angustiosa que nos obligó a improvisar y ensayar ampa-
ros para afrontar semejante cimbronazo. audepp instrumentó formatos y
facilitó plataformas para que continuáramos trabajando y produciendo.
Pudimos entonces rescatar el placer de pensar juntos, parafraseando a
Alicia Leone, sostenidos por una pertenencia activa aun en la virtualidad.
Como Comisión de Publicaciones, en consonancia con la propuesta
institucional, convocamos a reflexionar y escribir sobre las interrogan-
tes que nos generó esta situación, apoyados en nuestros marcos teóricos
referenciales y apostando a que «uno se las arregla para elevar suficien-
temente la ganancia de placer que proviene de las fuentes de un trabajo
psíquico e intelectual».
En esta segunda entrega de la revista se mantienen las mismas
secciones.
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En el «Núcleo temático» el lector encontrará artículos que revisitan
El malestar en la cultura. Uno, desde una perspectiva histórica y social,
aborda los malestares desde la época de Freud hasta su exacerbación con
la irrupción de la pandemia. Otro, con una mirada innovadora, reflexiona
sobre la noción de felicidad y la idea del hombre como dios-prótesis, y deli-
nea un hilo de continuidad entre el estado de salud del autor y el carácter
profético de algunos desarrollos tecnológicos, en plena expansión ya en
aquel entonces. Desarrollos tecnológicos, ciberespacio y su repercusión
en la conformación de subjetividades adolescentes, padecientes prota-
gónicos de esta nueva realidad, son también objeto de reflexión en otro
escrito.
Como un aporte a la comprensión de lo humano, otro artículo de esta
sección aborda la potencia subjetivante de la conversación, transitando
por autores de la filosofía y del psicoanálisis. Lo silenciado del trauma y
sus efectos en la estructuración subjetiva es también objeto de reflexión.
Los autores se preguntan cómo lograr, desde lo transferencial, que aque-
llo que ha quedado desligado pueda ser reconstruido en el registro sim-
bólico, que el silencio se haga palabra para que advenga lo que está en
espera.
Las marcas en la subjetividad de uno de los dramas más vergonzan-
tes de la conducta humana están en la reflexión sobre la «liberación» de
los sobrevivientes de la Shoá. Y, por último, el exceso de diagnósticos y
la indicación de tratamiento farmacológico en la infancia, con el plus del
contexto particular de pandemia, es otro de los temas que el lector en-
contrará en estas páginas.
Nos congratula el nivel de producción de los trabajos presentados,
que confirman que «Ninguna otra técnica de conducción de la vida liga al
individuo tan firmemente a la realidad como la insistencia en el trabajo,
que al menos lo inserta en forma segura en un fragmento de la reali-
dad, a saber, la comunidad humana. La posibilidad de desplazar sobre el
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trabajo profesional y sobre los vínculos humanos que con él se enlazan
una considerable medida de componentes libidinosos, narcisistas, agresi-
vos y hasta eróticos le confiere un valor que no le va en zaga a su carácter
indispensable para afianzar y justificar la vida en sociedad».
Continuamos apostando a seguir el trabajo como lo expresáramos en
la primera nota editorial, recogiendo las sugerencias que deseen hacer-
nos llegar.
Agradecemos los valiosos aportes de los autores, la invalorable dedi-
cación de todos aquellos que aceptaron la delicada tarea de arbitraje, así
como el apoyo y la confianza de la Comisión Directiva.
Comisión de Publicaciones de audepp
* Los fragmentos citados pertenecen a la obra El malestar en la cultura, de Sigmund Freud (1930).
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HUGO BLEICHMAR, 1938-2020
El pasado 6 de abril del corriente año perdimos a un gran exponen-
te del psicoanálisis contemporáneo. Como le llaman algunos colegas de
audepp, que tuvieron la suerte de conocerlo, un amigo de la casa.
Estuvo en Uruguay en dos ocasiones: la primera, en 1998 para una ac-
tividad postcongreso; la segunda, en 2010 durante el congreso Contextos
inestables, sujetos vulnerables, en el que dio una videoconferencia. En am-
bas oportunidades lo acompañó su esposa, Emilce Dio, colega especia-
lizada en niños y estudiosa de la temática de género, a quien también
pudimos escuchar en sendas anteconferencias.
Médico psiquiatra, inicialmente especializado en neurofisiología —for-
mación que posiblemente contribuyó a su interés por la neurociencia—, en
una entrevista que se le realizara comentó que en su búsqueda personal, a
través de mirar a otros, llegó al psicoanálisis.
Se interesó fundamentalmente en Freud: quedó cautivado por el pro-
yecto moral, a saber, conocerse a uno mismo para tener algún grado de li-
bertad, pues somos guiados, determinados por el inconsciente. Quien lee
su obra observa que también ha estudiado profundamente a Klein, Kohut,
Lacan y otros tantos autores contemporáneos. También incursionó en la
corriente de la psicología del yo y en los abordajes intersubjetivos.
Con semejante bagaje teórico, Hugo Bleichmar ha enriquecido la
psicoterapia psicoanalítica con nuevas teorías explicativas del funciona-
miento psíquico, así como con nuevos recursos técnicos que posibilitan
el cambio psíquico.
Hugo Bleichmar sostiene que las influencias del medio ambiente ex-
terno van a participar, junto con lo endógeno, en la fundación de las es-
tructuras constitutivas del sujeto. Partiendo de la metapsicología freudia-
na, integra otras disciplinas —entre ellas, la lingüística—, de modo que
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para él el psiquismo adquiere la forma de la modularidad, cuyo funciona-
miento depende de la articulación compleja de sistemas de componentes,
cada uno con su propia estructura, contenido y leyes de funcionamiento.
En su modelo relacional incorpora la afectividad del analista en el
set, en tanto moduladora de un objetivo terapéutico. Su enfoque plantea
intervenciones específicas, adecuadas a cada paciente en particular, y no
una técnica psicoterapéutica única ni monocausal.
Postula una organización psíquica desarrollada por diversas fuerzas
y motivaciones interactuantes y que la comprensión de esta dinámica
de interacción es una forma de entender el funcionamiento mental. Sus
dimensiones o parámetros son los múltiples sistemas motivacionales o
módulos que, en su interjuego, ponen en movimiento o tienden a frenar
la actividad psíquica, o bien la dirigen en una u otra dirección.
Fue además fundador y director de la revista Aperturas psicoanalíticas
(www.aperturas.org). Por el interés y la relevancia de su propuesta, inte-
gra el programa de estudios del iupa.
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JULIETA LAGOMARSINO
Cuando este número de Equinoccio estaba en proceso de edición, se
terminó de ir de entre nosotros Julieta Lagomarsino.
Entre las muchas formas de presencia de esta querida compañera
que perduran en audepp, se encuentra la Revista de psicoterapia psicoanalí-
tica. Julieta integró en varias oportunidades la Comisión de Publicaciones
y, desde allí —como en todo lo que hacía—, aportó su energía, su creati-
vidad y su compromiso con el psicoanálisis. Su espíritu, inquieto y vivaz,
estaba siempre atento a los movimientos de la cultura y a la constante
reinvención del campo psicoanalítico.
Entrañable amiga de sus amigos, tuvo siempre una actitud joven, fes-
tiva y plena de vitalidad. Seguir por su huella es algo más que recordarla:
es mantener un legado de inteligencia y buen humor, dos elementos que
sostienen y animan a las instituciones que saben hacia dónde van.