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NOTA EDITORIAL
Con este título, Encuadre psicoanalítico, se aborda un tema fundamen-
tal para el campo profesional y académico con el objetivo de reflexionar
sobre la praxis psicoanalítica a la luz de cambios sociales y de distintas
presentaciones clínicas que cuestionan variables clásicas que lo definen.
Desde los inicios de audepp y a partir de los objetivos de su creación,
se ha apostado a un psicoanálisis que pueda sostener sus bases funda-
mentales, pero que también pueda repensar aquellas cuestiones que, en
la teoría y en la clínica, demandan una revisión crítica. Posteriormente,
con su creación, el iupa generó sus propios objetivos y, así, reforzó los de
audepp. Desde entonces, ambas instituciones han intercambiado desafíos
que han enriquecido nuestras identidades como psicoterapeutas.
El 2021 nos convoca a la celebración de los cuarenta años de la aso-
ciación y nos exhorta a repensar proyectos. Se puede considerar este
nuevo número de Equinoccio como una materialización que permite con-
templar aquello que ha sido distintivo de nuestra asociación: la pluralidad
de sus asociados y la evidencia de múltiples caminos de formación-trans-
misión en psicoanálisis.
En este número de la revista, los artículos publicados ponen el acento
en la complejidad de su objeto: el ser humano, cuya singularidad y diver-
sidad hacen que necesite ser abordado a partir de sus distintos síntomas,
desde un encuadre psicoanalítico que lo sostiene desde variables que se
convierten en invariables. Se deja entrever que la mayoría de sus autores
y autoras plantean la importancia de una perspectiva teórico-clínica no
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tanto centrada en lo que no podría variar del encuadre, sino en las carac-
terísticas del sujeto que hacen que necesariamente algunas variables se
flexibilicen, así como en los motivos de que otras permanezcan. Se trata
de un encuadre psicoanalítico no centrado exclusivamente en lo que se
podría nominar lo invariable —propuesto por un marco conceptual muy
válido al momento de su postulación y con pertinencia de sus enunciados
de época—, sino un encuadre que escucha y aloja una perspectiva clínica
que contempla un sujeto psíquico contemporáneo.
Se evidencia el carácter artesanal de nuestro quehacer que nos dis-
tingue de otras profesiones y que, a través de las distintas nociones de
encuadre, permite la lectura de conceptos teóricos, las experiencias clí-
nicas, el diálogo con otros horizontes disciplinares, el trabajo de los psi-
coterapeutas consigo mismos…, todo lo cual posibilita que la concep-
tualización del encuadre psicoanalítico tampoco quede atrapada en una
muestra pragmática de sí mismo. Esta dimensión nos permite volver a
contemplar el valor de esta nueva publicación: la necesidad de la escri-
tura como un medio para la articulación de un pensar que considere el
encuadre psicoanalítico como un dispositivo necesario no solo para la
intervención, sino para conocer la singularidad del sujeto sobre quien
opera. Por lo antes dicho, el encuadre psicoanalítico se encuentra atra-
vesado por transformaciones, resultado de la apuesta a la porosidad en
relación a presentaciones actuales del sujeto psíquico, en sintonía con lo
que se espera de la propia experiencia psicoanalítica.
Las distintas propuestas, así como las devoluciones de los árbitros
que tuvieron la tarea de evaluarlas, llevaron a que en la Comisión de
Publicaciones se generaran debates y preguntas sobre el tema que nos
convoca: ¿cómo, desde el encuadre psicoanalítico, se podría dar cuenta
de las constantes transformaciones y, por lo tanto, de los posibles cam-
bios conceptuales en la psicoterapia psicoanalítica?, ¿desde qué nocio-
nes de encuadre podemos retroalimentar nuestras prácticas terapéuticas?,
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¿cómo es la relación de las distintas perspectivas teóricas de nuestros
escritores con la singularidad de la práctica psicoanalítica contemporá-
nea?, ¿de qué manera las posibles modificaciones al encuadre han con-
tribuido a ampliar el campo de analizabilidad de los sujetos?, ¿cuáles
son las repercusiones de exponer nuestras intervenciones a la interna de
nuestra asociación?, ¿cuál es la operatividad de un encuadre flexible con
lo social?, ¿debemos hablar de encuadre o de intervenciones?, entre otras.
Seguramente, algunas de estas interrogantes sean el disparador para la
articulación con otras luego de que se acceda a la lectura de los artículos,
las conversaciones con colegas, las investigaciones, los artículos revisita-
dos y las reseñas de libros que aloja este Equinoccio.
Finalmente, agradecemos a todos los autores y autoras, y recorda-
mos especialmente a nuestra compañera Beatriz Zincof, quien, junto a un
equipo de colegas, supo coordinar la revista de audepp y mantener viva la
llama de la escritura-publicación entre colegas.
Comisión de Publicaciones de audepp
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