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tanto centrada en lo que no podría variar del encuadre, sino en las carac-
terísticas del sujeto que hacen que necesariamente algunas variables se
flexibilicen, así como en los motivos de que otras permanezcan. Se trata
de un encuadre psicoanalítico no centrado exclusivamente en lo que se
podría nominar lo invariable —propuesto por un marco conceptual muy
válido al momento de su postulación y con pertinencia de sus enunciados
de época—, sino un encuadre que escucha y aloja una perspectiva clínica
que contempla un sujeto psíquico contemporáneo.
Se evidencia el carácter artesanal de nuestro quehacer que nos dis-
tingue de otras profesiones y que, a través de las distintas nociones de
encuadre, permite la lectura de conceptos teóricos, las experiencias clí-
nicas, el diálogo con otros horizontes disciplinares, el trabajo de los psi-
coterapeutas consigo mismos…, todo lo cual posibilita que la concep-
tualización del encuadre psicoanalítico tampoco quede atrapada en una
muestra pragmática de sí mismo. Esta dimensión nos permite volver a
contemplar el valor de esta nueva publicación: la necesidad de la escri-
tura como un medio para la articulación de un pensar que considere el
encuadre psicoanalítico como un dispositivo necesario no solo para la
intervención, sino para conocer la singularidad del sujeto sobre quien
opera. Por lo antes dicho, el encuadre psicoanalítico se encuentra atra-
vesado por transformaciones, resultado de la apuesta a la porosidad en
relación a presentaciones actuales del sujeto psíquico, en sintonía con lo
que se espera de la propia experiencia psicoanalítica.
Las distintas propuestas, así como las devoluciones de los árbitros
que tuvieron la tarea de evaluarlas, llevaron a que en la Comisión de
Publicaciones se generaran debates y preguntas sobre el tema que nos
convoca: ¿cómo, desde el encuadre psicoanalítico, se podría dar cuenta
de las constantes transformaciones y, por lo tanto, de los posibles cam-
bios conceptuales en la psicoterapia psicoanalítica?, ¿desde qué nocio-
nes de encuadre podemos retroalimentar nuestras prácticas terapéuticas?,