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TRABAJOS DE LA LECTURA,
LECTURAS DE LA VIOLENCIA.
LO CREATIVO - LO DESTRUCTIVO EN
EL PENSAMIENTO DE WINNICOTT
Ricardo Rodulfo
Adriana Anfusso
Licenciada en Psicología de la UDELAR
Profesora adjunta del IUPA
Miembro Habilitante de la AUDEPP
Miembro del Board Latinoamericano de los Encuentros Winnicott
Correo electrónico: adriana.anfusso@gmail.com
Título: Trabajos de la lectura, lecturas de
la violencia. Lo creativo - lo destructivo
en el pensamiento de Winnicott
Autor: Ricardo Rodulfo
Año: 2009
Editorial: Paidós
Ciudad: Buenos Aires
Páginas: 266
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… si cada uno en tanto subjetividad no crea el mundo,
engendrando lo que ya está allí…,
tal mundo no adquiere consistencia (de) real,
y su ya estar allí es inútil.
Ricardo Rodulfo (2009, p. 41).
Ricardo Rodulfo es psicólogo y psicoanalista especializado en niños
y adolescentes, doctor en Psicología y catedrático en la Universidad de
Buenos Aires, y director de la Fundación Estudios Clínicos en Psicoanálisis.
Se trata de una figura muy conocida y respetada en nuestro medio, es-
pecialmente en la audepp, donde sus visitas suelen provocar asombros,
adhesiones y un torbellino de ricos intercambios y cuestionamientos.
Ha publicado más de quince libros, muchos solo y otros en colabora-
ción con colegas, además de innumerables artículos en revistas y periódi-
cos. Prolífico conferencista, en la actualidad ofrece online Seminarios de
Formación en Psicoanálisis de Niños y Adolescentes, con la colaboración
de su esposa, Marisa Punta.
Rodulfo se concentra lúcidamente en los temas más complejos, discu-
tibles y discutidos, también los menos frecuentados, de la obra de Donald
Woods Winnicott. Por esta razón, quizás no sea este el libro más indica-
do para principiantes, aunque sin duda alguna resultará tremendamente
esclarecedor y desafiante para quienes, habiendo ya incursionado en los
textos de Winnicott, deseen profundizar y reavivar el interés por su obra.
Los diecisiete capítulos que componen este libro son de muy variada
naturaleza y pueden leerse independientemente, ya que cada uno po-
see unidad conceptual. Algunos presentan casuística clínica del autor.
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Equinoccio. Revista de psicoterapia psicoanalítica - Tomo , N.
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Con ellos, Rodulfo va tejiendo en red los conceptos de Winnicott sobre
origen, derivados, funciones y efectos, tanto positivos como negativos,
de la agresividad y sus múltiples variantes.
En el índice se pueden encontrar algunos capítulos sobre temas co-
nocidos: «Del self», «El falso self y su verdad», «Transición», «La capa-
cidad para estar solo», «El jugar sin fundamento» y otros cuantos con
títulos abstractos y algo enigmáticos que despiertan curiosidad: «Nada»,
«Raíz», «Inercia», «La integración sin síntesis», «Oposición y ambigüe-
dad», «Violencia de necesidad», entre otros.
Rodulfo explica el formato de su libro asemejándolo a la práctica de
la escritura musical. Dice: «Tanto su estilo no académico como la natura-
leza de las cuestiones a tratar me llevaron en este libro, sin proponérmelo,
a elegir el procedimiento musical de la “variación”, del motivo de la varia-
ción y de la variación del motivo» (p. 21).
Sin verbos a la vista, la peculiar sintaxis del título opera como un pri-
mer llamador, que el diseño gráfico de la tapa refuerza. Con letra grande
y destacada, se lee: «Trabajos de la lectura, lecturas de la violencia», frase
nominal que se refiere a los dispositivos metodológicos que el autor uti-
lizó para escribir este libro. Recién más abajo, y con letra mucho más pe-
queña, puede leerse el concepto que hilvana las ideas allí expuestas: «Lo
creativo - lo destructivo en el pensamiento de Winnicott». Rodulfo parece
subrayar que el camino recorrido importa más que el objetivo a alcanzar.
Las singularidades del título remiten a la experiencia personal de
Rodulfo. Él confiesa que no fueron las lecturas rápidas, sino otras muy
cuidadosas, por propia cuenta y sin intermediarios, las que le permitieron
captar la profundidad de sentido y la importancia del vuelco ideológi-
co que Winnicott introduce en este particular campo del psicoanálisis
que está analizando. Fue tal modalidad lo que le permitió hacerse de un
nuevo Winnicott, por lo que ahora comparte y recomienda el método a
sus eventuales lectores para que, a su vez, cada uno construya el suyo
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Trabajos de la lectura, lecturas de la violencia,
de Ricardo Rodulfo
propio. Nada podría alegrar más a Winnicott, un abanderado del self, de
la mismidad.
Rodulfo dedica especial atención a las especulaciones de Winnicott
en torno a lo constructivo y sus contrapartidas habituales, más particu-
larmente a la propuesta de una fuerza vital originaria única, de carác-
ter constructivo-destructivo con la «cualidad de lo viviente», de un amor
primitivo que contiene «agresión, motilidad, espontaneidad, vivacidad,
fuerza vital» (p. 165). Recuerda que «Winnicott constantemente se pre-
gunta por una raíz propia de la agresión o de la violencia» sin remitirlas a
«alguna pulsión y menos aún a una pulsión de muerte» (p.143). Y agrega
el dato de que «Winnicott y Lacan coinciden en obviar toda posible re-
ferencia a una pulsión de muerte como fuente originaria de la agresión»
(p. 144).
Los guiones que unen y separan y lo transicional, elementos tan
propios de Winnicott, constituyen para Rodulfo un asunto que merece
atención. A ellos se refiere como bordes o membranas «donde ocurren
los procesos verdaderamente importantes» (p. 119). Son como fronteras
inestables o puertas batientes hechas para ir y venir, que mezclan sin
hacer desaparecer del todo las diferencias y presentan ante nuestros ojos
continentes poco explorados, como los del amor-odio, la madre-bebé o
lo interno-externo. Se trata de unidades duales paradójicas que despla-
zan a la unidad tradicional e incluso al concepto de sujeto. Para discurrir
sobre estas nuevas unidades de tipo yo-otro o dos-en-uno, Rodulfo acude
a pensadores que le son afines, como Jacques Derrida, Zeljko Loparic y
Jessica Benjamin.
Rodulfo desbarata los argumentos que presentan a Winnicott como
un autor fácil y ameno cuyo único aporte habría sido el de lo transicional,
mero complemento de las teorías reconocidamente fundacionales. Por el
contrario, con entusiasmo contagioso cuenta cómo, al sumergirse en su
obra, llegó a una «experiencia de descubrimiento» que le permite definir
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a Winnicott como «un pensador dentro y con el psicoanálisis» (p.14), un
pensador «de la existencia humana» (p.19).
Es interesante un detalle que Rodulfo coloca en primer plano: la fre-
cuencia con que, muy desenvuelto y en varios de sus escritos, Winnicott
se refiere a «mi teoría del desarrollo» (p. 15). Interpreta el hecho como se-
ñal inequívoca de que Winnicott tenía conciencia plena de la originalidad
y la libertad de su pensamiento.
También, Rodulfo comenta cómo debió esforzarse por develar para
sí mismo (y de paso se lo devela a sus lectores) el sentido que Winnicott
quiso dar a muchos conceptos que emplea de forma por demás idiosin-
crática. Así lo exige su frecuente uso de neologismos y las variaciones o
ampliaciones de significado que aplica a términos ya extensamente con-
sensuados. Se afana por transmitir de forma muy directa su personal vi-
sión del desarrollo humano y del tratamiento.
Entre 1955 y 1959, Winnicott escribió mucho sobre la agresividad. A
una de sus formas se refirió como «agresión creativa», gesto que, si logra
como respuesta la supervivencia y la no retaliación del ambiente, creará
la externalidad, la alteridad y lo transicional. La «agresión destructiva» o
«agresión reactiva», en cambio, es la que surge cuando expresiones tem-
pranas de la fuerza vital, de la violencia inherente a todo bebé humano,
que surge de la «motilidad, la espontaneidad o la vivacidad, reciben un
choque temprano […] por parte de un medio hostil» (p. 166). En su opi-
nión, estas intrusiones cierran el paso a los grados necesarios de oposición
que necesita el bebé para poder crecer y desarrollarse, y suelen ser ante-
cedentes de patología.
Winnicott se pregunta una y otra vez cuál es la raíz propia de la agre-
sión. Rodulfo sostiene que hacerlo equivale a no aceptar que su origen es
la frustración y a aceptar aun menos que lo sea la pulsión de muerte. Y
lo resume, sin duda y con firmeza, así: «Punto clave que otra vez separa
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Reseña de Trabajos de la lectura, lecturas de la violencia,
de Ricardo Rodulfo
a Winnicott del resto: Winnicott no asimila agresión = pulsión de muer-
te = destructividad = originariedad primitiva, como, entre otros, lo hace
Klein» (p. 139).
Winnicott propone un giro copernicano al plantear la hipótesis de una
fuerza vital inicial constructivo-destructiva, el amor-discordia o amor-
lucha. En los capítulos 8, 9, 10 y 11 es donde esos temas y otros co-
laterales están más desarrollados. Al abordar asuntos disruptivos como
este, Rodulfo suele homologar a Winnicott con Derrida porque ambos
comparten el «denuedo por desmarcarse de la tradición del “logos” y sus
unidades conceptuales» y el «rechazo a la adaptación como criterio rec-
tor de valor terapéutico y el modo rotundo en que la asimilan a sumisión
pura y simple, no cuando hay adaptación, cuando “solo” hay adaptación»
(p. 249).
La lectura de estas lecturas de Rodulfo sobre lo constructivo-destruc-
tivo en Winnicott genera una rica experiencia en la que convergen la
sorpresa y el asombro, el interés y la curiosidad, al igual que la duda y los
deseos de saber, todo lo cual nos hace sentir más vivos.