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Aproximación al sentido de los tatuajes en el malestar en la cultura
También podríamos interpretar que, para algunas personas, el tatuaje
en el lienzo les dio sentido a su ser, conformó sus psiquismos y brindó
una nueva envoltura psíquica a cada una/o, capturando momentos de
sus vidas como si fuera una fotografía que se presentifica en el Yo-piel
(Anzieu, 1987). Serían etapas o situaciones pasadas que se registran para
mantenérselas presentes, vívidas, para no olvidarlas: «que no sea efímero,
que no sea como la palabra, cada vez que lo vea, lo recuerde, sí, es así,
esto es propio» (Entrevistada N.
o
1, 25 años).
Por otra parte, cabe preguntar: ¿por qué algunas/os de las/os entre-
vistadas/os necesitan mantener presente su historia en la piel?
… el tatuaje que te lo vas a llevar siempre contigo, hay forma de sacarte
un tatuaje, por supuesto, hay tratamientos, te los puedes sacar, pero es
una forma más perpetua de llevarlo, y de sentirlo propio, tuyo, que sea
tan literal que lo lleves en la piel, no creo que haya otra forma, […] van
a estar conmigo es una forma de estar acompañada, los llevo siempre
sobre mí. (Entrevistada N.
o
7, 24 años)
En el proceso de entrevistas parecía que nos introducíamos en un
mundo diferente, no se comprendía la necesidad imperiosa de presentifi-
car hechos, personas o fechas de la historia personal por medio del tatua-
je. Posteriormente, entre lecturas y discusiones se fue vislumbrando que
sería un modo de detener el paso del tiempo y el olvido, lo cual habilitaría
la fantasía de eternidad y juventud, aquello que el principio de realidad
destruye. Desde esta perspectiva, Lipovetsky (2006) ha analizado la so-
ciedad posmoderna del siglo xx en cuestiones como la cultura de masas,
la moda, el consumismo, el hedonismo, el narcisismo apático y otros te-
mas que aluden a fenómenos sociales y culturales, que incluyen a las
vivencias de tatuarse como la posibilidad de adquirir la eterna juventud.