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APROXIMACIÓN AL SENTIDO
DE LOS TATUAJES EN
EL MALESTAR EN LA CULTURA
Sandra Serrana Vidal Viera
Licenciada en Psicología de la UDELAR
Especialista en Psicoterapia Psicoanalítica del IUPA
Magíster en Psicoterapia Psicoanalítica del IUPA
Miembro de AUDEPP
Correo electrónico: lic.sandra.vidal@gmail.com
ORCID: 0000-0002-7372-2990
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Resumen
Este artículo está basado en la tesis de Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica,
cohorte 2016, del Instituto Universitario de Posgrado (iupa) de la Asociación Uruguaya
de Psicoterapia Psicoanalítica (audepp). Reflexiona sobre aspectos del desarrollo de la
investigación y sus aportes para la psicoterapia psicoanalítica.
La investigación, con metodología cualitativa, se centró en explorar la percepción
del significado que tiene para los/las jóvenes el tatuaje y la posible vinculación o no con
cambios en su psiquismo. El análisis de contenido de las entrevistas semiestructuradas
se realizó desde el marco teórico del psicoanálisis para comprender la construcción de
sentido que los/las jóvenes le dan al tatuaje, orientado hacia el posible cambio psíquico.
De los antecedentes de investigación surgen las preguntas y a partir del análisis
de las entrevistas realizadas se delimitan cuatro aspectos centrales a abordar: la piel, la
subjetividad, el dolor-duelo y el cambio psíquico.
En el proceso de investigación se profundizaron conceptos y surgieron nuevas inte-
rrogantes y posibles líneas de investigación en referencia al tema elegido.
Palabras clave: tatuaje, cambio psíquico, jóvenes.
An Approximation to the Meaning of Tattoos in Culture Discontent
Abstract
This article is based on a master’s thesis in psychoanalytic psychotherapy from
the Postgraduate Institute (iupa) of the Uruguayan Association of Psychoanalytic
Psychotherapy (audepp). It reflects on aspects of research development and contributions
to psychoanalytic psychotherapy.
The research with qualitative methodology, focused on exploring the perception of
the meaning of tattoos for young people and the possible link or not, to changes in their
psyche. The content analysis of the semi-structured interviews was carried out from
the theoretical framework of psychoanalysis in order to understand the construction of
meaning that young people give to tattoos, oriented towards possible psychic change.
From the research background questions arise, and from the analysis of the
interviews carried out, four central aspects to be addressed are defined: skin, subjectivity,
grief-pain and psychic change.
In the research process concepts were examined, and new questions and possible
lines of research emerged in reference to the chosen topic.
Keywords: tattoo, psychic change, youth.
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—¿Por qué lo ubicaste ahí?
—Para verlo, para estar…, que estuviera visible.
Entrevistada N.
o
3, 19 años.
INTRODUCCIÓN
El tema de la investigación fue promovido a partir de la experiencia
clínica de colegas y propia. Se buscó problematizar o producir conoci-
mientos de valor científico que sirvieran como instrumentos para el abor-
daje clínico cuando el tatuaje ya está presente como un hecho consuma-
do o para abordarlo previo a su concreción
Durante el proceso de investigación se utilizó la entrevista semies-
tructurada, en su mayoría realizadas en consultorio. La primera entrevista
con el consultante es reveladora de las vivencias, de los sentimientos, y
enuncia de alguna manera la conflictiva. En la investigación fue utilizada
esta herramienta de manera tal que las condiciones de entrevista remitie-
ron a un encuadre similar al utilizado en la psicoterapia psicoanalítica, lo
que permitió, en este caso, sostener la asimetría entre quien entrevista y
quien es entrevistada/o, la empatía necesaria para entablar la comunica-
ción con el otro/a, el tiempo acordado, el espacio, las condiciones de pri-
vacidad del consultorio y el acuerdo de proteger los datos personales en
todos los detalles. El entorno cálido y contenedor habilitó el despliegue
del mundo interno e histórico del entrevistado/a. Cabe señalar la impor-
tancia destacada de esta herramienta para la investigación cualitativa (la
primera entrevista en la clínica).
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LA PIEL Y LA POSMODERNIDAD
En las entrevistas surgieron variadísimos temas, inabarcables, que
serían pasibles de investigación; pero hubo que recortar la información,
definir qué contenidos integrar y cuáles no. Uno de los temas más recu-
rrentes fue el de la piel denominada lienzo (como el soporte de la pintura
que realizará el artista), donde quien se tatúa diseña la historia personal
que desea o elige para ser tatuada.
A medida que se iban sucediendo las entrevistas, surgían nuevas in-
terrogantes, como, por ejemplo: ¿cómo la piel se va transformando en
lienzo para algunos de los consumidores/as de tatuajes? Es inevitable
pensar en cómo los reality show, los juegos online, el cine, los videos,
las redes sociales, la prensa escrita, la radio, la televisión, los informa-
tivos, etcétera, inciden en la transformación conceptual de amplísimos
temas, que podemos comprender desde la perspectiva de McLuhan y
Powers (1995). Estos autores proponen que los medios de comunicación
mundiales se transforman rápidamente, así como se transforma la vida,
se intensifican aspectos y al mismo tiempo se vuelven obsoletos otros,
sufren modificaciones continuas. En este último siglo, los medios de co-
municación han incidido en los hábitos y opiniones del público, y hasta en
las modificaciones del pensamiento humano, porque —según McLuhan
y Powers (1995)— los medios de comunicación y las tecnologías poseen
una estructura fundamentalmente lingüística, son lenguaje que se extien-
de a través de los sentidos.
En los escritos de Freud (1994b), los cambios incesantes de la civili-
zación posibilitada por las restricciones impuestas desde la cultura y las
contrapuestas pulsiones humanas generan malestar. Podemos pensar la
piel como lienzo, como mediador propuesto desde los medios de comu-
nicación, donde se expresan malestares imborrables, una protesta más
ante la imposición del principio de realidad sobre el principio de placer.
151
Aproximación al sentido de los tatuajes en el malestar en la cultura
También podríamos interpretar que, para algunas personas, el tatuaje
en el lienzo les dio sentido a su ser, conformó sus psiquismos y brindó
una nueva envoltura psíquica a cada una/o, capturando momentos de
sus vidas como si fuera una fotografía que se presentifica en el Yo-piel
(Anzieu, 1987). Serían etapas o situaciones pasadas que se registran para
mantenérselas presentes, vívidas, para no olvidarlas: «que no sea efímero,
que no sea como la palabra, cada vez que lo vea, lo recuerde, sí, es así,
esto es propio» (Entrevistada N.
o
1, 25 años).
Por otra parte, cabe preguntar: ¿por qué algunas/os de las/os entre-
vistadas/os necesitan mantener presente su historia en la piel?
… el tatuaje que te lo vas a llevar siempre contigo, hay forma de sacarte
un tatuaje, por supuesto, hay tratamientos, te los puedes sacar, pero es
una forma más perpetua de llevarlo, y de sentirlo propio, tuyo, que sea
tan literal que lo lleves en la piel, no creo que haya otra forma, […] van
a estar conmigo es una forma de estar acompañada, los llevo siempre
sobre mí. (Entrevistada N.
o
7, 24 años)
En el proceso de entrevistas parecía que nos introducíamos en un
mundo diferente, no se comprendía la necesidad imperiosa de presentifi-
car hechos, personas o fechas de la historia personal por medio del tatua-
je. Posteriormente, entre lecturas y discusiones se fue vislumbrando que
sería un modo de detener el paso del tiempo y el olvido, lo cual habilitaría
la fantasía de eternidad y juventud, aquello que el principio de realidad
destruye. Desde esta perspectiva, Lipovetsky (2006) ha analizado la so-
ciedad posmoderna del siglo xx en cuestiones como la cultura de masas,
la moda, el consumismo, el hedonismo, el narcisismo apático y otros te-
mas que aluden a fenómenos sociales y culturales, que incluyen a las
vivencias de tatuarse como la posibilidad de adquirir la eterna juventud.
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… porque hay muchos tatuajes que, si te ponés a preguntar, no tie-
nen significado como tienen los míos, porque son lindos, porque ves
una imagen en internet que se te antojó, un león y se hace un león.
(Entrevistada N.
o
7, 24 años)
El gusto por lo estético no tradicional y la adquisición inmediata del
tatuaje como objeto de gratificación adquiere sentido cuando algunas
de las entrevistadas/os expresan que tatuadas/os mantienen presente a
personas o situaciones pasadas a modo de fotografía reveladas en la piel.
Este concepto de fotografía resultó novedoso: la foto sale del álbum y del
celular para instalarse en la piel.
El tatuaje les produce el placer efímero y prontamente requiere de
una nueva gratificación, porque no es suficiente. A modo de ejemplo,
para justificar sus tatuajes y la presentificación que implican, una de las
entrevistadas dice: «¿Cómo confío yo en un recuerdo?» (Entrevistada
N.
o
6, 25 años).
CAMBIO PSÍQUICO
Desde otra perspectiva, se puede pensar que los efectos del tatuaje
en el psiquismo dependerían de la realidad psíquica del sujeto. Es decir
que, en la instancia de realización del tatuaje, el individuo presentificaría
lo que aún no puede simbolizar en la etapa que transita. Pero, con el paso
del tiempo, esa presentificación podría producir el acompañamiento del
cambio psíquico o el acompañamiento en la tramitación de duelos. Como
sugiere Reisfeld (2004): «el tatuaje adquiere la connotación de un necesa-
rio operador psíquico que posibilita un tramo de la simbolización» (p. 120).
En otras palabras, a partir de realizarse el tatuaje, y sobre todo con el
transcurso del tiempo, se construye una nueva cadena de significaciones.
153
Aproximación al sentido de los tatuajes en el malestar en la cultura
Este aspecto puede percibirse cuando las entrevistadas/os recuerdan la
etapa en que se tatuaron:
… me lo voy a tatuar para tener una visualización constante en mi cuer-
po, lo veo, me lo tatué por algo, es porque pasé una historia y ahora es
diferente, quiero crearme, por eso me lo tatué, me lo tatué con mi letra
porque no encontraba una letra que me gustara, quiero que sea espe-
cial, que sea único. (Entrevistada N.
o
6, 25 años)
Recordar lo vivido y elaborarlo a través de la representación en la piel
nos acerca a Winnicott (1965) y a pensar en la falta o la falla del rol de
sostén, en la necesaria disposición de un otro en etapas tempranas. Estas
situaciones probablemente promueven montos de angustias desbordan-
tes, que con la concreción del tatuaje se contendrían y delimitarían, se
transformarían en defensas, construirían nuevas significaciones.
PENSAMIENTO MÁGICO
En el discurso de algunas/os entrevistadas/os se percibe que el ta-
tuaje adquiere connotaciones similares a las propias de etapas arcaicas
de la humanidad, en las que a su portador le proveía un poder especial
ante el dolor, el enemigo o la muerte, dentro de una concepción animista
del mundo,
1
ligada al pensamiento mágico. Como expresa Freud (1994b)
respecto del hombre primitivo: «Cuando le ha sucedido una desgracia no
se achaca la culpa a sí mismo, sino al fetiche, que evidentemente no ha
cumplido su cometido» (p. 3055). Este autor analiza la diferencia entre el
hombre de la cultura occidental y el hombre primitivo en el sentido de
1 Animismo en el sentido antropológico que le dio Edwar Taylor en el siglo xix.
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que el primero vive la culpa achacándose a sí mismo, porque la incidencia
de la religión, la familia y el Estado contribuía a transformar las pulsio-
nes sexuales agresivas en sentimiento de culpa, limitaba así las pulsiones
agresivas y contribuía a la formación de la cultura.
El pensamiento mágico, así como posibilita la fantasía y conlleva la crea-
tividad, también aporta a la capacidad de desarrollar explicaciones acerca
de lo que no se entiende o no se puede conocer. Por ejemplo, la fantasía de
que todo dure para siempre, «congelar ciertos momentos» (Entrevistada
N.
o
5, 23 años), es negar el paso del tiempo y la finalización de la vida. Otra
fantasía es que el tatuaje, como objeto protector, hará las veces de amparo
o resguardo ante las adversidades de la vida: «en la primera semana perdí
el collar y dije: “¿Y sí es verdad lo que dicen?” […], ahora me van a robar
[…], me lo quise tatuar» (Entrevistada N.
o
11, 20 años).
Como en el pensamiento animista del niño del que habla el construc-
tivismo piagetiano, que le sirve para dar coherencia a sus razonamientos
sobre situaciones, deseos o emociones (Piaget, 1991), encontramos en
estas expresiones de las entrevistadas/os hipótesis especulativas acerca
de lo que acontecerá como efecto cuasi mágico. La idea de objeto pro-
tector ante el cambio que significa dejar la familia y a veces el entorno es
entendible desde la perspectiva de mantener algo de lo perdido, aferrarse
a objetos o tatuajes en medio de la situación caótica de cambio.
DUELO Y TATUAJE
A través de lo expresado por las/os entrevistadas/os, se percibe que
en ciertos casos el tatuaje también parecería contribuir al trabajo de due-
lo ante diferentes pérdidas. Históricamente, en algunas culturas como la
maorí el tatuaje tenía una función específica ante las pérdidas o ante el
pasaje a la adultez, formaba parte de las prácticas culturales y sociales,
155
Aproximación al sentido de los tatuajes en el malestar en la cultura
y venía inmerso en la manera como el grupo sociocultural procesaba los
cambios a través de rituales. También Freud (1994b) rescata la facilita-
ción de procesos de cambios en sociedades primitivas a través de rituales
de iniciación.
En la cultura occidental los procesos son diferentes. Con el tatuaje
tal vez no se llegue a una elaboración psíquica similar a lo descrito para
la cultura maorí, aunque la incorporación concreta del ser querido en la
piel, que lo mantiene presente permanentemente, establece una relación
diferente con quien ya no está, como dice Allouch (1996).
De acuerdo a las diferencias culturales y sociales, surge la pregunta:
¿cuánto del cambio en los sentidos y usos sociales del tatuaje incide en el
efecto psíquico que producen?
Otra manera de entender estas prácticas es a través de lo que Freud
(1997c) describe como «el duelo intenso […], el apartamiento de toda
función no relacionada con la memoria del ser querido» (p. 2092). El ta-
tuaje mantendría concretizado este aspecto del duelo, lo que podría dete-
ner la elaboración de sus siguientes etapas, ya que el tatuaje conlleva la
condición de ser imborrable por definición, aunque en realidad se pueda
borrar con láser o tatuando otro encima.
Otra manera de pensar el duelo es que se puede tramitar a través de
los dispositivos del arte, como la pintura o la música. Si el tatuaje es un
arte por lo creativo de la acción, entonces el tatuaje, en tanto arte, sería
un recurso para tramitar un duelo. Como dice Allouch (1996), en las pér-
didas hay que cambiar la relación con lo que ya no está, entonces: ¿el
tatuaje podría ser un medio para lograr ese cambio?
Retomando el concepto de Reisfeld (2004) del tatuaje como operador
psíquico, se puede ver que para varias entrevistadas/os el tatuaje adquie-
re un valor especial cuando está directamente vinculado a la ausencia
de abuelas/los. En esos casos, el significado del tatuaje queda ligado a la
presentificación de la abuela/o para resolver el temor al olvido:
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… y el otro [tatuaje] es la firma de mi abuela, que mi abuela falleció en
abril, y nada, la quiero un montón y la extraño pila. (Entrevistada N.
o
1,
25 años)
… y la fecha de nacimiento de mi abuela, que aún sigue viva…
(Entrevistada N.
o
2, 23 años)
… tengo planes de tatuajes. Una de ella es mi abuela, un retrato de mi
abuela… (Entrevistada N.
o
3, 19 años)
Este que es x [animal mitológico], me gusta, hoy por hoy estoy tratan-
do con mi terapeuta un tema de un duelo, porque falleció mi abuelo…
(Entrevistada N.
o
5, 23 años)
Tatuaje de una x [planta] […], que tienen significados las x […]. La x
me encanta, me da mucha paz, mucha tranquilidad, mis abuelos tenían
una x en su casa y eso que me lleva a esta situación. (Entrevistada
N.
o
6, 25 años)
Después me hice las fechas del nacimiento de mi madre, por supuesto,
y la fecha de nacimiento de mi abuela paterna, esto fue en parte porque
con mi abuela […], mi abuela falleció hace tres años, siempre tuve una
re linda relación… (Entrevistada N.
o
7, 24 años)
CONSTRUCCIÓN DE LA SUBJETIVIDAD
El Yo-piel y la inscripción de huellas táctiles tempranas son sostenidas y
fortalecidas por el vínculo materno a modo de envoltura psíquica (Anzieu,
1987); más tarde facilitará, entre otras cosas, el desarrollo de la pertenencia
157
Aproximación al sentido de los tatuajes en el malestar en la cultura
a un grupo social a través de la ropa, el maquillaje, el tatuaje, etcétera. El
grupo social al que pertenece un individuo está compuesto por el gru-
po de pares, el cual provee contención, identidad, sostén. La pertenencia
(sentirse parte de algo) está dada por compartir intereses, ideologías o
actividades imitativas, que incluyen la práctica del tatuaje y la experimen-
tación del dolor. El grupo de pares de las entrevistadas/os está presente
en comentarios que reflejan la pertenencia antes mencionada. Entonces,
la percepción del efecto del tatuaje en la psiquis se inclinaría hacia la inte-
gración del psiquismo en relación a lo subjetivo y a lo intersubjetivo.
2
… me lo hice con mis hermanos a este tatuaje, o sea que los x [número
de hermanos] tenemos el mismo tatuaje, y lo veníamos hablando hace
tiempo, hace como un año, en realidad estaban esperando que yo cum-
pliera los 18, pero no, no esperaron [risas]. Hace como un año ya, nos
tatuamos al mismo tiempo. […] en la camilla mis hermanos me sacaban
fotos y le mandaban a mi madre y le decían que me había desmaya-
do… No, ellos pusieron música […] no sé, es como que siempre está
ese lazo entre los hermanos, por ejemplo, ahora mi hermano se va a ir
a estudiar a X [ciudad] y no sé, como que queda eso, como una cone-
xión, no sé cómo decirlo, como que queda presente, aunque esté lejos.
(Entrevistada N.
o
10, 18 años)
Para esta última entrevistada, el tatuaje en común con sus hermanos
reafirma la unidad familiar, los aspectos intersubjetivos de su identidad.
El vínculo fraterno compone su subjetividad y a la vez se produce por la
inminente separación ante los proyectos diferentes de cada uno.
2 Se entiende la subjetividad del otro como consustancial a la subjetividad propia. La intersub-
jetividad subraya que las subjetividades se constituyen a un tiempo en la relación (Paciuk,
2008).
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Otra lectura sobre esta experiencia de tatuaje en particular puede
ser que los une en oposición simbólica ante sus padres, lo que recuerda
el texto Tótem y tabú..., de Freud (1997a), con el mito del parricidio, que
instituye la exogamia. El tatuarse la piel coincide en el tiempo con la
partida a estudiar a otro país de uno de los hermanos y también con la
finalización de la carrera universitaria de otra. En esta situación, el tatuaje
podría adquirir el lugar simbólico del tótem. El tótem puede ser un ante-
pasado común, un espíritu protector. Los individuos que poseen el mismo
tótem tienen las mismas obligaciones y los mismos castigos, pueden vivir
separados y están sujetos a la prohibición del incesto, otro contenido fun-
damental para generar cultura.
MIRADA
En la construcción del psiquismo, en las etapas tempranas se ponen
en juego numerosas variables, situaciones, pulsiones; entre ellas, el par
antitético propuesto por Freud en Los instintos y sus destinos (1997b)
3
del
exhibicionismo y la escoptofilia. En las etapas posteriores se continúa la
búsqueda de ser mirado y de mirar. El tatuaje proporcionaría una forma
de satisfacción a la pulsión de mirar y, a la vez, a la de ser mirados. Una de
las características del tatuaje más valoradas por las personas tatuadas es
la de su permanencia, quedar para siempre en la piel, lo cual podría estar
ligado a la fantasía de eternizar el placer de ser mirados.
El tatuaje mueve la mirada del otro y la mirada del otro incide en el
individuo tatuado. La mirada de un tatuaje ubicado en una zona que se
puede ver solamente en la desnudez o en la intimidad tiene un sentido
3 La editorial Biblioteca Nueva traduce la obra como Los instintos y sus destinos, diferente a
como lo hace la editorial Amorrortu, que traduce Las pulsiones y sus destinos.
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Aproximación al sentido de los tatuajes en el malestar en la cultura
diferente para quien muestra y para quien mira. También para quien
tiene un tatuaje en el cuello, por ejemplo, que ocupa visiblemente varios
centímetros de piel, el sentido es distinto del que tiene para quien mira,
que adopta una posición activa, frente al que es mirado, que queda en
una posición pasiva. Pero este par antitético placer visual (escoptofilia) -
exhibicionismo, propuesto por Freud (1997b), no funciona linealmente,
sino que tiene también destino hacia la propia persona. Es decir, la exhi-
bición está dirigida hacia la contemplación del propio cuerpo. «Aparte,
no me miran disimuladamente, me miran el cuello…» (Entrevistada N.
o
11, 20 años).
En la construcción del psiquismo, las etapas tempranas ponen en mo-
vimiento el par pulsional de mirar y mostrarse, mostrarse a otro sujeto
para ser mirado y luego mirar, como el juego infantil de descubrimiento
al mirar un objeto que no es propio.
… me gusta verlos y observarlos […] me encantaría creer que al otro
que lo mira le gusta […] estoy tan segura de que me encantan a mí, que
me da lo mismo lo que los demás digan. (Entrevistada N.
o
5, 23 años)
Cuando me miran los tatuajes me genera curiosidad saber que si les
gusta… (Entrevistada N.
o
7, 24 años)
Se puede inferir que en el tatuaje se juega la primacía de ser mirado,
ser contemplado, y del placer de mostrar. Pero, si profundizamos, encon-
tramos la autocontemplación, el autoerotismo: «Acá sí me encanta que se
vea, además tengo un lomazo…» (Entrevistada N.
o
1, 25 años).
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SIGNIFICACIONES
De la percepción del significado del tatuaje se puede inferir que que-
da vinculado a:
Los aspectos afectivos con las imagos primarias.
El proceso histórico que transitan.
El aporte en la construcción de la identidad.
Para algunas de las personas tatuadas, el tatuaje habilita la fantasía
de reconstrucción de un yo jaqueado, como si a través de la marca en el
cuerpo se tomara posesión de este. Es decir que, mediante la generación
de un cambio en la presentación de la piel, el tatuado/a experimentaría
un hito significativo para el pasaje a otra etapa de su vida.
Las/os jóvenes en su proceso de búsqueda de sí van construyendo
aspectos de su subjetividad a través del tatuaje. Es una manera de auto-
afirmarse, de expresar los cambios en sus emociones, en sus proyectos y
frustraciones. Mediante el tatuaje de fechas, imágenes o frases que remi-
tan a ideologías, van construyendo su identidad, dándole sentido y direc-
ción a sus vidas. Por ejemplo, en algunos casos, el tatuaje ayuda a mediar
en situaciones emocionales dolorosas y complicadas, como el desarraigo
o el inicio de la adultez.
Para otras personas, el tatuaje requiere de cierta negociación inter-
generacional entre el deseo propio y las exigencias en los ámbitos labo-
rales o familiares. La situación les exige pensar antes de actuar, darle
un sentido al tatuaje y una ubicación en el cuerpo para evitar conflictos
innecesarios con el entorno. Esta situación las habilita a pensar y, tal
vez, a procesar sentimientos, actitudes, empatías, etcétera, de manera
tal que les permita adaptarse mediando con el entorno, una expresión
más acerca de la manera en que el individuo busca adaptarse en el pro-
ceso cultural actual.
161
Aproximación al sentido de los tatuajes en el malestar en la cultura
… estoy así y no me ves ningún tatuaje, si me pongo una camisa tam-
poco, y es algo que todavía he tratado de cuidar mucho, sobre todo
por el mundo laboral y empresarial, todas esas cosas de estigmas que
todavía existe… (Entrevistado N.
o
9, 24 años)
DOLOR
La exposición a un dolor mayor, ya sea para corregir o para hacer un
tatuaje de tamaño más extenso, lleva a preguntar: ¿por qué se expondrían
a ese dolor mayor? Desde Winnicott (1940) y Anzieu (1987) se podría
pensar en el concepto de falla temprana, de manera tal que el individuo,
por haber quedado atrapado en una envoltura de angustia, revive algo de
lo angustiante en lo doloroso de tatuar sobre lo tatuado o de realizar ta-
tuajes de gran tamaño y tolerar un gran dolor ya conocido varias veces.
Otra manera de pensarlo es como si fuera una adicción, de modo que
el tatuaje provee de placer-dolor al individuo tatuado, quien no puede
abandonar la práctica, pese a reconocer el sufrimiento que le proporcio-
na. Sería, en ese caso, un mecanismo repetitivo, de acumulación de tatua-
jes, que no parecen propiciar cambios internos. Lo planteado por Reisfeld
(2004) sobre conceptuar al tatuaje como operador psíquico que acompaña
el proceso de simbolización no sería posible en estos casos.
El tatuaje siempre constituye una agresión al órgano piel. La función
biológica y psíquica de la piel queda alterada. El tatuaje puede producir re-
acciones alérgicas por las tintas, puede haber infecciones por negligencia
al momento de tatuarse o cuidarse el tatuaje; también, los metales pesados
de las tintas pueden alojarse en los ganglios y comprometer gravemente
la salud. Se podría entender, de alguna manera, a estas autoagresiones
como embates agresivos del inconsciente, que se apuntalarían en fenóme-
nos orgánicos. Aquí cobra sentido lo que Anzieu (1987) propone sobre la
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piel, como piel imaginaria que recubre al yo. Luego de la realización del
tatuaje, la piel alteraría sus funciones biológicas y se convertiría para el yo
en una túnica envenenada, como función tóxica del Yo-piel.
CONCLUSIONES
Se han visto una multiplicidad de sentidos acerca de cómo pensar
el tatuaje y su relación con el psiquismo de las/os jóvenes. Entre dichos
significados se destacan los siguientes:
El tatuaje concretiza lo vivido y lo mantiene presente. La piel es como
un lienzo que porta su historia. En situaciones de fragilidad yoica, el
tatuaje fortalecería al yo. Le provee al tatuado/a valoración y auto-
estima, porque a través del tatuaje se apropia de su cuerpo y forma
parte de su nueva identidad.
La moda del tatuaje puede ser entendida como consumo que vacía
de sentido al individuo y a la vez lo hace parte de la masificación.
Individualiza a quien porta el tatuaje por el contenido particular de la
imagen, frase o fecha tatuada. Asimismo, forma parte de la masifica-
ción de los tatuados, que se diferencian de los no tatuados. Pero, ade-
más, se distinguen dentro de los tatuados, conformando subgrupos
por afinidad de estilos de tatuajes.
El tatuaje aporta a la construcción de la subjetividad de la tatuada/o
a través de la incidencia del grupo de pares, lo que provee identidad,
contención y pertenencia.
Tatuarse contribuye a la tramitación de aspectos del duelo o de pro-
cesos que acompañan la simbolización, en tanto operador psíquico
(Reisfeld, 2004). Se construye una nueva cadena de significaciones
a partir de realizarse el tatuaje y, sobre todo, con el transcurso del
tiempo. Ante situaciones dolorosas o complicadas que viven los/as
163
Aproximación al sentido de los tatuajes en el malestar en la cultura
jóvenes, el tatuaje aparece en relación tanto a la posibilidad de elabo-
ración de duelos, como también a la situación contraria de negación.
Para la mayoría de las personas tatuadas, el par antitético de ser mira-
do y mirar queda eternizado a través del tatuaje. Para otras, el tatuaje
aparece como una marca que no estaba en el cuerpo y podría pro-
ducir extrañeza; podría expresar lo ominoso e implica la necesidad
inminente de sacarlo o taparlo ante la angustia desbordante.
POSIBLES TEMAS A INVESTIGAR
Uno de los aspectos más importante de la investigación fue la inmen-
sa riqueza de cada entrevista. Se podría generar una investigación par-
ticular con cada una de ellas. El malestar en la cultura de principios del
siglo xxi se manifiesta de muy diversas maneras: a través de las necesida-
des económicas, del sometimiento a las normas culturales y del repudio a
dichas normas, de la sexualidad siempre cuestionada, de la agresividad a
flor de piel cuando el tatuaje se pone de moda y se vacía de sentido, pero
siempre en búsqueda de un espacio, de una identidad o del amor.
Si bien no se entrevistó a quienes se quitan los tatuajes, se realizó una
exploración en las páginas web de las clínicas en Montevideo dedicadas
al tratamiento con láser para remover tatuajes. Podría este convertirse
en un tema de investigación, que implicaría aspectos tales como la im-
pulsividad, la negación, la renegación, lo ominoso (lo siniestro) (Freud,
1994a). ¿Qué sucede cuando el tatuaje expresa algo de lo sabido no pen-
sado (Bollas, 2009)?
¿Cuánto del cambio en los sentidos sociales del tatuaje inciden en
el efecto psíquico que producen? Resulta interesante pensar e investigar
sobre los posibles sentidos culturales que va adquiriendo el tatuaje, como
moda, identidad, expresión artística, simbología de la imagen tatuada.
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Una característica peculiar de la muestra fue la manera en que se
conformó, ya que las personas entrevistadas fueron en su mayoría muje-
res. Estas se mostraron con una mayor disposición a participar y a expre-
sarse sobre sus tatuajes. Este aspecto es importante para pensar desde lo
cultural las identidades de género y las diferencias sexuales.
Otro tema inesperado que surgió durante las entrevistas fue la pre-
sencia e importancia de los abuelos/as, registrada en los tatuajes de las/
os entrevistadas/os. Se trata de una generación que estableció vínculos
intergeneracionales sorprendentes ante la ausencia de padre o madre.
Otra posible interrogante tiene que ver con lo erótico en el vínculo
entre tatuado/a y tatuador/a. ¿Qué promueve el vínculo que se constru-
ye entre ellos/as cuando el tatuaje a realizarse requiere de varias sesio-
nes? Esta particular situación suele ejecutarse en un entorno privado, en
largas sesiones en las que el acceso al cuerpo a través del tacto, la mirada
y el dolor promueve un vínculo de seducción y erotismo, donde tam-
bién se juegan los diferentes roles, los aspectos afectivos, las carencias.
Los aspectos que puedan desplegarse en el vínculo entre tatuador/a y
tatuado/a ameritarían un abordaje específico.
§
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