VIOLENCIAS Y DESAMPAROS.
UNA PRÁCTICA COLABORATIVA ENTRE
SALUD MENTAL Y EDUCACIÓN
de Susana Brignoni, Graciela Esebbag
y Adolfo Grisales
Estephany Aurelio Midaglia
Instituto Universitario de Postgrado de AUDEPP
Montevideo, Uruguay
Correo electrónico: esteph.aurelio@gmail.com
ORCID: 0009-0005-0852-5674
Equinoccio. Revista de psicoterapia psicoanalítica, 6(1), enero-junio 2025, pp. 187-192.
ISSN: 2730-4833 (papel), 2730-4957 (en línea). DOI: doi.org/10.53693/ERPPA/6.1.11.
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AURELIO, E. (2025). Violencias y desamparos. Una práctica colaborativa entre salud
mental y educación (de Susana Brignoni, Graciela Esebbag y Adolfo Grisales).
Equinoccio.
Revista de psicoterapia psicoanalítica, 6
(1), 187-192. DOI: doi.org/10.53693/ERPPA/6.1.11.
Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional (CC BY 4.0)
Título: Violencias y desamparos.
Una práctica colaborativa entre salud
mental y educación
Autores: Susana Brignoni, Graciela
Esebbag y Adolfo Grisales
Año: 2022
Editorial: NED
Ciudad: Barcelona
Páginas: 222
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La sombra del objeto planea y cae sobre el lenguaje del acto.
Roussillon (2006, s. p.)
Este libro es el resultado de una investigación acerca del servicio
de atención a residencias de la fundación Nou Barris para la salud
mental, de la ciudad de Barcelona. Este servicio surge con la vocación
de dar una atención particular a una población marcada por la de-
privación y la falta de oportunidades. Se trata de niños, niñas y ado-
lescentes tutelados, sujetos que por diferentes motivos viven en una
institución, donde transitan un importante período de tiempo acogi-
dos por un otro que toma sobre sí funciones que suelen recaer en la
familia. Asimismo, los profesionales del servicio (que son los autores
del texto)1 parten de un singular posicionamiento, de no saber sobre lo
que le sucede a la persona. Este punto de partida es lo que hace posi-
ble establecer un diálogo entre ellos, pensar juntos y crear líneas de
abordaje, tanto educativas y sociales como clínicas, que apunten a las
particularidades de cada sujeto.
Este dispositivo de atención tiene varias aristas de abordaje en
las que se centra el pensar por caso, y elude el uso de estándares y
1 Susana Brignoni es una destacada psicóloga clínica y psicoanalista argentina, reco-
nocida por su labor en el ámbito de la salud mental infantil y juvenil, así como por
su enfoque interdisciplinario que integra el psicoanálisis con la educación y las po-
líticas sociales. Es docente en la carrera de especialización en Ciencias Sociales con
mención en Psicoanálisis y Prácticas Socioeducativas, y directora de la Fundación
Nou Barris para la Salud Mental en Barcelona.
Graciela Esebbag es psicóloga clínica y psicoanalista argentina de orientación la-
caniana, residente en Barcelona, reconocida por su labor en el ámbito de la salud
mental infantil y juvenil, especialmente en contextos institucionales y de vulnera-
bilidad social. Además, se desempeña como coordinadora del Centro de Salud Men-
tal Infantil y Juvenil de Nou Barris, perteneciente a la Fundación Nou Barris para la
Salud Mental.
Adolfo Grisales es médico psiquiatra de Valencia y ejerce en Barcelona. Atiende en
consulta privada y en la Fundación Nou Barris para la Salud Mental en Barcelona.
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Violencias y desamparos. Una práctica colaborativa entre salud mental y educación, de Susana Brignoni,
Graciela Esebbag y Adolfo Grisales - Estephany Aurelio Midaglia
protocolos institucionales que no incluyen la singularidad de las vidas
que atiende. En ese sentido, el equipo trabaja en la atención individual
hacia el niño, niña y adolescente tutelado, ofrece intervención psico-
farmacológica, trabaja con las familias y realiza una tarea de soporte
técnico al equipo de la residencia que los alberga. También articula el
trabajo en red con otras instituciones vinculadas con las trayectorias
de vida de los niños, niñas y adolescentes.
¿Por qué es ineludible encontrarse con este libro para quienes tra-
bajan en el campo social en estrecha relación con la clínica? Resulta
oportuno decir que es una herramienta que condensa años de prácti-
ca, de investigación, de revisión de la práctica del hacer, pero también
es el resultado de conceptualizar la experiencia desde un posiciona-
miento ético que pone en el centro el cuidado por preservar la subjeti-
vidad, encima de cualquier intento de homogeneizar a ese otro como
sujeto en sus singularidades.
La preocupación por la reexión sobre la violencia es uno de los
ejes centrales, así como el tratamiento en el trabajo con niños, niñas
y adolescentes que, por vicisitudes de la vida, se han confrontado más
directamente con el desamparo y cuyas manifestaciones violentas se-
rían incomprensibles fuera de su contexto familiar, social y personal.
El libro, además, da cuenta del plural necesario, de analizar las dife-
rentes manifestaciones de las violencias que están en juego al abordar
un tema de tan alta complejidad, como son los niños, niñas y ado-
lescentes tutelados. No obstante, tiene una vasta validez a la hora de
pensar en el término violencias de manera general.
A lo largo de sus páginas, los autores muestran al lector concep-
tualizaciones psicoanalíticas desde una clínica orientada a la lógica
del caso y del acto agresivo. Al mismo tiempo, analizan la violencia y
la diferencian de la agresividad, precisión que, al ser contextualizada y
transformada, hace que el síntoma tome una nueva forma. Entienden
la agresividad como constitutiva del ser humano y de sus vínculos,
y sostienen que hacen falta otros factores para que la agresividad se
convierta en manifestación violenta. Los autores dicen que
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Equinoccio. Revista de psicoterapia psicoanalítica, 6(1), enero-junio 2025, pp. 187-192.
ISSN: 2730-4833 (papel), 2730-4957 (en línea). DOI: doi.org/10.53693/ERPPA/6.1.11.
la violencia actualiza sin freno la marca que estuvo en el inicio y que
lleva al sujeto una y otra vez a convertirse en el desecho que lo re-
presentó en el momento de nacer, el sujeto se borra como tal, queda
reducido al acto violento. (Brignoni et al., p. 35)
Es una clínica que apunta a acoger, escuchar esa violencia que lo
habita, mostrando los límites que impidan la impulsividad. Se trata,
entonces, de hacer énfasis en armar con el sujeto una nueva defensa
que lo reconduzca en el lazo con el otro. Por otro lado, señalan:
El trabajo consiste a menudo en recomponer esas piezas sueltas, lo-
calizar las rupturas y alcanzar así una nueva economía en relación
con el goce que se encuentra deslocalizado, a veces en el cuerpo.
Debemos ayudarles a hacer un remiendo que extraiga ese goce fuera
del cuerpo. (Brignoni et al., p.143)
Este texto desmantela la creencia tan divulgada y estigmatizante
de que la experiencia vital de la deprivación y la violencia convierte
al sujeto que la ha padecido en un ser violento. Para los autores no
existe una correlación directa ni preestablecida. Sin embargo, no dejan
de interrogarse: ¿cómo se construye la subjetividad en condiciones de
expulsión y precariedad? Y en línea similar, se preguntan: ¿cómo las
condiciones afectan las expresiones y manifestaciones violentas?
Tratando de entender la violencia como respuesta a lo insoporta-
ble, los autores sostienen:
Interrogarse por los fenómenos violentos es hacerlo por la relación
que cada uno y cada una tenemos con nuestro cuerpo y con el goce
que lo parasita. Las respuestas de ese real con el que nos las tenemos
que ver y cómo cada cual inventa sus «soluciones» sintomáticas, más
o menos fallidas. (Brignoni et al., p. 27)
Al tiempo que el texto se dedica largamente a las violencias con
las que se las tienen que ver los sujetos tutelados, los autores también
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Graciela Esebbag y Adolfo Grisales - Estephany Aurelio Midaglia
toman en cuenta las diferentes manifestaciones de la violencia ins-
titucional. Entre ellas, la de los profesionales cuando se encuentran
sobrepasados y, por no saber cómo abordar ciertas situaciones, se des-
cargan atribuciones con cierto sesgo ideológico sobre el sujeto. En esta
línea, la violencia parece atribuírsele al sujeto como si fuera intrínseca
y actualiza de cierta forma la cuestión de las clases peligrosas ante los
sectores vulnerables.
Por último, sin ánimo de dejar a mitad de camino algunas de las
reexiones a las que arriba este libro, analizan el concepto de violencia
como síntoma que nos cuenta de un fracaso, un fracaso que encuen-
tra una satisfacción en la repetición. En este punto, los autores lo vin-
culan con la pulsión de muerte. Pulsión signica que hay un empuje
más allá de la voluntad consciente, que implica que uno pueda verse
desbordado en ese impulso. Es por eso que explican que la violencia se
ubica del lado del acto y no de la palabra.
Los autores invitan a los lectores a introducirse en un modo de
hacer clínica, una apuesta psicoanalítica que asegure el ofrecimiento
a la posibilidad de la emergencia de la palabra. Ayudar a formalizar el
malestar en el vínculo transferencial posibilita que la violencia, enten-
dida como un impulso meramente destructivo, se transforme en una
expresión más regulada y socialmente integrada.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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