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Equinoccio. Revista de psicoterapia psicoanalítica, 4
(2), julio-diciembre 2023, pp. 109-129.
ISSN: 2730-4833 (papel), 2730-4957 (en línea). DOI: doi.org/10.53693/ERPPA/4.2.7
una actividad vital positiva que estimula a reparar daños, convirtiéndolos
hasta a veces en obras de arte» (p. 1).
La investigación sobre el tema de la resiliencia comenzó en la déca-
da del setenta como parte de la psicología del desarrollo. Sin embargo,
Vanistendael (apud Theis, 2010) dice que la resiliencia como tal es «tan
vieja como la humanidad» (p. 45). Rápidamente, el concepto de resiliencia
se expandió a áreas como sociología, salud, trabajo social, antropología,
economía, derecho, filosofía, veterinaria, entre otras. Ha sido integrado
sobre todo en la pedagogía y en la salud pública. Se transformó en un con-
cepto transdisciplinario, con aportes de distintos lugares del mundo, que
congregaba saberes de diversas áreas y sectores, lo que hace posible su
puesta en práctica, con proyectos sostenibles, no solo en la infancia, sino
en otras etapas del ciclo de la vida, como la adolescencia o la tercera edad.
A fines del siglo pasado, empezó a aplicarse a la salud mental por
algunos autores provenientes de la sociología, la medicina y la psicolo-
gía. Bowlby (1984) fue el primero que usó su nombre en sentido figurado
como tema de la salud mental. Melillo (2001) aclara que, si bien la utiliza-
ción del concepto ha sido promovida sobre todo por el modelo médico,
la resiliencia cambia los ejes sobre los que estamos habituados a pensar
los temas de la salud y sus soluciones.
Uno de los pilares de la resiliencia es el rechazo a toda discriminación
y el respeto a las diferencias como elemento enriquecedor. Se trata de otra
forma de mirar la realidad, ya que siempre es mejor mirar la solución que
el problema. Además de los síntomas y las conductas, esa mirada intenta
detectar y movilizar los recursos de las personas, de su entorno y de los
servicios y las redes sociales, educativas, sanitarias, etcétera. «Es pensar
a un individuo, no como víctima pasiva de sus circunstancias, sino como
sujeto activo de su experiencia» (Galende, 2004). Esto nos puede enseñar,
desde la experiencia que transitó, qué es lo que le permitió al individuo
seguir adelante con éxito. Toma en cuenta al sujeto en su contexto.