77
Equinoccio. Revista de psicoterapia psicoanalítica, 4
(2), julio-diciembre 2023, pp. 73-83.
ISSN: 2730-4833 (papel), 2730-4957 (en línea). DOI: doi.org/10.53693/ERPPA/4.2.4
¿Qué es Odradek?, ¿qué se percibe en ese ser? A primera vista, deter-
minadas características; en un segundo momento, la percepción se am-
plía. Camilo José Cela, escritor español a quien Botella y Botella (2003)
citan, dice: «Pero nunca se describen las cosas como son, sino como se
las percibe» (p. 224). La cosa en sí, al decir de Kant (2003), es incognos-
cible. «Quedamos confrontados así, no sin cierta perplejidad, con el pro-
blema de una realidad que es “incognoscible” sin dejar de ser fuente de
nuestras percepciones» (Botella y Botella, 2003, p. 225).
En la descripción que hace Kafka (2018) de ese personaje ficticio
podríamos compartir una realidad percibida. Es decir, imaginarnos un
carrete de hilo en forma de estrella del cual emerge de su centro una pe-
queña varilla transversal a la que se une otra en ángulo recto, y ese con-
junto se sostiene erguido sobre dos patas, según lo explica el autor. Sin
embargo, y a pesar de esa percepción compartida, hay cierta fragilidad
en lo que vemos o en aquello percibido, parecería que, al tirar apenas de
un hilo, la figura corre el riesgo de deshacerse, deshilvanarse. Odradek es
un misterio, suscita un enigma. ¿Podría estar representando la idea de eso
que nos es imposible representar, lo inaccesible?, ¿la idea de la cosa en sí?
La percepción que se tiene del mundo real está determinada por el
vínculo humano, por lo que el otro significa y por aquello que le es signi-
ficativo. Es una percepción marcada de significados que dejará un resto
siempre inaccesible, como esa metáfora figurativa que nos trae el escritor
y que nos invita a pensar en la otredad, al igual que sugiere la poeta Circe
Maia (2017):
No es una flor ni un pájaro.
No es ningún animal, ninguna planta.
Existe como un pequeño ovillo con hilos enredados.
Y algunas maderitas, sobre las que se para. (p. 70)